En mi relato elaborado en honor a Juan de Dios Martínez, tengo el honor de incluir a una amiga y compañera de trabajo que resultó ser una discípula de mi recordado amigo. Se trata de Janeth Rocío Ocando una extraordinaria joven dedicada en cuerpo y alma al rescate de los valores y costumbres de nuestra cultura.
Ella es coordinadora del área de Cultura, Danza y Teatro del Instituto Universitario de Tecnología de Maracaibo (IUTM), se caracteriza por ser de nobles sentimiento, romántica y muy especial en el trato con los demás. Nació y creció en el poblado de Encontrado, zona Sur del Lago de Maracaibo. Ella es integrante de
Cuenta que
LAS SABIAS PALABRAS DE JUAN DE DIOS
En un folleto especial del un diario regional titulado “Coquivacoa” escrito por el colega Anthony García mi apreciada compañera de trabajo y amiga Yaneth expresó que Juan de Dios Martínez fue el maestro, el padre de la enseñanza de los valores, de la historia de nuestra verdadera identidad.
Para ella fue, es y será el compañero, quien la instó a tomar respeto por la identidad y principios a nivel personal y cultural. En lo profesional sembró el deseo de profundizar en sus raíces, en su código simbólico, en todas las etnias que por sus genes circulan y circundan es decir, “a descubrir la magia etnocultural que esta presente en cada venezolano. Esa fusión maravillosa y ancestral que tenemos de indios, negros y Europeos.”
En conversación sostenida entre las dos, al recordar a nuestro amigo Juan de Dios pareciera que escucháramos sus sabias palabras, consejos y recomendaciones que en vida nos dio. Yaneth recordó en una oportunidad le dijo “nosotros, los hombres, somos un universo completo, lleno de temores y esperanzas, pero inmersos en la necesidad de expresarnos. Es allí cuando emergen nuestros sentimientos, nuestras raíces, nuestra historia, en definitiva nuestra identidad, para definir lo que somos y lo que queremos”,
Cada día que pasa amigo tus enseñanzas quedan enmarcada en la mente de quien tuvo el honor de compartir contigo, luchaste para educar, enseñar para tocar los corazones con mensajes de tolerancias, respeto y valor por su semejante, por el rescate de nuestra identidad y su historia a través de las memorias de otras historias.