domingo, 2 de septiembre de 2007

YANET OCANDO DISCIPULA DE JUAN DE DIOS.



En mi relato elaborado en honor a Juan de Dios Martínez, tengo el honor de incluir a una amiga y compañera de trabajo que resultó ser una discípula de mi recordado amigo. Se trata de Janeth Rocío Ocando una extraordinaria joven dedicada en cuerpo y alma al rescate de los valores y costumbres de nuestra cultura.

Ella es coordinadora del área de Cultura, Danza y Teatro del Instituto Universitario de Tecnología de Maracaibo (IUTM), se caracteriza por ser de nobles sentimiento, romántica y muy especial en el trato con los demás. Nació y creció en el poblado de Encontrado, zona Sur del Lago de Maracaibo. Ella es integrante de la Fundación Ajé, fundada por el Maestro Juan de Dios Martínez, Coordinadora del eje de artes escénicas y danza del Secretariado de Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Maracaibo, e integrante del Proyecto cultural de apostolado Dios en la Calle, de la Parroquia San Pablo.

Cuenta que la Academia, la Fundación Ajé creada por Juan de Dios Martínez en 1972, es la semilla que el “cultor” sembró para que otros aprendieran a saber quienes son, de donde vienen, con el fin de preservar las raíces afro, legada por el proceso transculturador entre europeos, africanos y nuestros antecesores, los indígenas, en el proceso colonizador de la última década del año 1400. Como miembro de la institución orgullosamente dice que esta se encarga de mantener viva todas las expresiones y manifestaciones religiosas y culturales, producto de un código híbrido tanto simbólico como genético, constituido hoy en un código cultural cónsono, fuerte y significativo.

La Fundación Ajè se encarga de mantener y preservar todas las manifestaciones afro en nuestra ciudad, en la región y en el país, así como a nivel internacional. También prepara e insta a otros a enseñar y a seguir la cadena de formación y permanencia del orden cultural.

LAS SABIAS PALABRAS DE JUAN DE DIOS

En un folleto especial del un diario regional titulado “Coquivacoa” escrito por el colega Anthony García mi apreciada compañera de trabajo y amiga Yaneth expresó que Juan de Dios Martínez fue el maestro, el padre de la enseñanza de los valores, de la historia de nuestra verdadera identidad.

Para ella fue, es y será el compañero, quien la instó a tomar respeto por la identidad y principios a nivel personal y cultural. En lo profesional sembró el deseo de profundizar en sus raíces, en su código simbólico, en todas las etnias que por sus genes circulan y circundan es decir, “a descubrir la magia etnocultural que esta presente en cada venezolano. Esa fusión maravillosa y ancestral que tenemos de indios, negros y Europeos.”

En conversación sostenida entre las dos, al recordar a nuestro amigo Juan de Dios pareciera que escucháramos sus sabias palabras, consejos y recomendaciones que en vida nos dio. Yaneth recordó en una oportunidad le dijo “nosotros, los hombres, somos un universo completo, lleno de temores y esperanzas, pero inmersos en la necesidad de expresarnos. Es allí cuando emergen nuestros sentimientos, nuestras raíces, nuestra historia, en definitiva nuestra identidad, para definir lo que somos y lo que queremos”,

Cada día que pasa amigo tus enseñanzas quedan enmarcada en la mente de quien tuvo el honor de compartir contigo, luchaste para educar, enseñar para tocar los corazones con mensajes de tolerancias, respeto y valor por su semejante, por el rescate de nuestra identidad y su historia a través de las memorias de otras historias.

lunes, 16 de abril de 2007

BIOGRAFÍA



Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino. Estoy aquí porque quiero rendirle homenaje a JUAN DE DIOS MARTINEZ, puedo decir que cada persona que pasa por nuestra vida es única, así describo a mi amigo que nace el l6 de Marzo de 1945, en Bobure, al Sur del Lago de Maracaibo, hijo de Pedro Martínez y Maria Isabel de Jesús Suárez. Contaba, que su papá y su mamá se conocieron en una noche de gaita de tambora y a los nueve meses nació él.

Juan Pablo Martínez Cubillán, chimbanguelero, hijo de Juan de Dios Martínez cuenta que de desde muy pequeño fue el nieto consentido de su abuela materna María del Carmen Suárez y ella se encargaba de cocinar junto a su mamá, mantenerlo siempre con algo de peso en su amado pueblo Bobures, tierra reconocida al igual que otras en el Zulia por el Baile del Chimbánguele.

Hizo sus estudios de primaria entre escuelas de Bobures y Maracaibo, enfrentándose a sus compañeros de clase por tener una cultura diferente; era extraño entre los niños de Maracaibo y mucho más extraño para los niños de Bobures.


A los 9 años su abuela le dijo:”Mire hijo, usted ya sabe leer y escribir. Póngase a guardar todo lo que dicen esos viejos que vienen aquí todas las tardes a buscar los panes y los dulces que yo hago”. De allí en adelante fue anotando cada una de las leyendas, mitos y enseñanzas que los viejos alrededor de la cocina de las Suárez hacían a diario. A esa edad mi amigo escribe su primer relato “El Ibungue”, que habla sobre un enano bembón, orejón y ojón que salía del río la Lemba-Lemba y abrazaba a la gente, quienes después de varios días con fiebre morían, gracias a la información que había recabado de los viejos descendientes de africanos y amigos de su abuela que vivían en bobures y en los pueblos aledaños (
El Parral, Gibraltar, El Pino, Santa Maria, San José, Palmarito, entre otros).

Al cumplir los l2 años y finalizada la primaria, su madre decide radicarse en Maracaibo, donde era muy rentable la venta de comida y dulces, aquí, en la tierra del sol amada, cursa sus estudios de secundaria en dos de los liceos públicos más importante de la ciudad como lo son: el Liceo José Ramón Yépez y el José María Baralt, estos institutos eran reconocidos por la vocación cultural que impregnaban en sus alumnos, principalmente por la poesía. Ambos fueron baluarte de la pluma en el Zulia.

Ya sus momentos de conversación con los viejos eran solo en las vacaciones escolares y mucho de ellos ya muy ancianos o difuntos; en ese preciso momento Juan de Dios reflexiona y entiende porque tanta de las costumbres y manifestaciones de nuestros pueblos se pierden, debido a que la manera de conservarlas en la tradición oral y si no hay nadie que las registre bibliográficamente o iconográficamente esto muere con los viejos. En las vacaciones también aprovechaba para trabajar con el Programa Abajo Cadenas, mediante el cual alfabetizaban a pobladores de Bobures y de los pueblos vecinos del Sur del Lago de Maracaibo.



LA DÉCADA DE LOS AÑOS 60 Y 70

Para de época de los años 60, según narra parte de la biografía de Juan de Dios Martínez, el racismo era una de las situaciones más fuertes a la que se debía enfrentar toda persona procedente del Sur del Lago o descendiente afro y cortejar una joven era una tarea muy difícil, porque así ella aceptara, su familia y amigos se oponían a la relación, solo por el hecho de ser de raza negra.

Al finalizar los estudios de secundaria regresa a su pueblo y comienza a impartir clases de Castellano y Literatura, Historia e Ingles..


Para el año 1970 decide mudarse a Caracas, después de la enfermedad y muerte de su madre, para probar suerte trabajando y estudiando a la vez, comienza a laborar en ACCION EN VENEZUELA, empresa con influencia en todo el territorio nacional, con la intención de promover labor social en las áreas rurales y urbanas marginales del país, desempeñándose como: Trabajador Comunal en 16 Estados del país, allí logra conocer otras ciudades de Venezuela y una basta gama de manifestaciones afrovenezolanas que amplían sus conocimientos y lo llevan a hacer sus comparaciones entre los grupos afro venidos a las diferentes regiones del país.


Como estudiante aprovechaba la disponibilidad de material Bibliográfico de África y de los grupos Étnicos que de forma forzada fueron traídos a América y de esta manera fue concatenado los relatos, vivencias, nombres referenciales y enseñanzas que le habían aportado los ancianos de su pueblo con la historia Africana que estaba descubriendo. Fue en ese momento cuando comenzó a redactar lo que posteriormente seria su primer libro: Antecedentes y Orígenes del Chimbángueles y por supuesto manejar y archivar un amplio conocimiento de las culturas afro traídas no solo a Venezuela, sino que también las llegadas al resto del continente Americano.


En la capital, consigue trabajar también como Asistente de Televisión en el programa de Renny Otolina, (Precursor de la Televisión Venezolana, donde adquiere mucha experiencia en pre-producción y producción de televisión. Conoce al Sr. Aquiles Nazoa (Poeta y Muñequero Venezolano), con quien comparte muchas de las vivencias y enseñanzas que había recogido en Bobures y en el resto de los pueblos del Sur del Lago de Maracaibo; es así como por proposición del Sr. Nazoa comienza en la Universidad Central de Venezuela (Caracas) los estudios de Sociología, ya que el le explicaba que “con el gran dominio que el poseía de su historia local, solo debía tener la base científica y profesional para documentar y difundir su cultura”.

DE REGRESO A MARACAIBO


Juan de Dios Martínez decide regresar a Maracaibo y acá reanuda sus estudios de Sociología en la Universidad del Zulia, aunado a esto cambia de empleo y en esta ocasión trabaja con FUNDACOMUN, como Analista III de Desarrollo de la Comunidad, promoviendo la creación de Cooperativas Agropecuarias, principalmente en el estado Zulia y Falcón.

En el año 1975 conoce a Eustoria Cubillán la que fue su esposa por casi treinta años y con la que procreo cuatro hijos: Juan Luis, Juan Pablo, Carmen Isabel y Maria del Carmen (+).

Simultáneamente, junto a los viejos que le habían servido de informantes, crea las Escuelitas de Folklore, donde se les enseñaba a los niños, entre cuatro y diez y ocho años, música, canto y danza de las manifestaciones afro zulianas, como lo son: EL CHimbángueles, la Gaita Tambora y El Tambolargo o Guatire.

En 1980 organiza la realización del Primer Encuentro Folklórico Infantil del Estado Zulia, donde se integra la participación de grupos musicales de niños de los diferentes municipios del Estado, ejecutando las 4 Gaitas, Décima, Cantos y Danzas Indígenas, Chimbángueles, entre otros.


Trabaja en ACUDE desde 1981 hasta 1984 como Coordinador Regional de la Campaña de Alfabetización, luego ingresa a las filas de la Secretaria de Cultura del Estado Zulia (Animador Socio Cultural en Municipios del Estado, desde 1984 hasta su fallecimiento) ya la Dirección de Cultura de la Universidad del Zulia (Coordinador del Área de Estudios Afroamericanos y Cultura Popular, desde 1985 hasta su fallecimiento).


Participa en giras nacionales e internacionales con el Grupo-Fundación Ajé (Fundado en el año 1981) y dedicándose a la Investigación, Documentación, Salvaguarda y Difusión de los valores de la Zulianidad y principalmente las manifestaciones Afrozulianas; funge como: Coordinador General, Coordinador de Investigación y Publicaciones de la Fundación hasta su fallecimiento. Tuvo la oportunidad de viajar junto a la agrupación para México, Colombia, Guyana, y 14 Islas del Caribe. Como invitado especial del Grupo Madera participó en Festivales del Mundo en 27 ciudades de Francia en el verano de 1994.


A nivel nacional recorrió todos y cada uno de los estados del país, difundiendo las manifestaciones afro tanto con la agrupación y como ponente. Desde el 2001 al 2004 simultáneamente con sus otras ocupaciones se encarga de la Coordinación de Enlace en el Estado Zulia del Programa: La Cultura en las Escuelas Bolivarianas, programa desarrollado por la Oficina de Apoyo Docente del Consejo Nacional de la Cultura (CONAC).


Creó, organizó y gerenció: 5 premios Regionales de Danzas Étnicas y Tradicionales “NIGALE”, 8 Encuentros con la Cocina Afrozuliana o Fiestas de la Comida en Coco, 7 Encuentros con la Cocina Afrozuliana o Fiestas de la Comida en Coco, 7 Encuentro Regionales de Decimitas, 11 Encuentros de Gaita de Tambora, 12 Fiestas Nacionales del Tambolargo, o Guatire, 14 Encuentros de los Capitanes y Vasallos del CHimbángueles, 8 Encuentros con el Baile del Marullo y de la Enea, 6 Muestras de Artesanía Zuliana, 3 Encuentros con la Etnomedicina Zuliana, 5 Encuentros con los Cronistas Orales del Zulia, entre otros.

RECONOCIMIENTOS OBTENIDOS


(Los más destacados para el)

-ORDEN SOL DE MARACAIBO

GOBERNACIÓN DEL ESTADO ZULIA. 1986


-ORDEN ANTONIO JOSE DE SUCRE
MUNICIPIO SUCRE DEL ESTADO ZULIA. 1987


-PREMIO A LA INVESTIGACIÓN FOLKLÓRICA.
GOBERNACIÓN DEL ESTADO ZULIA. 1992


-CREACIÓN Y EJECUCIÓN DE LA CANTATA NEGRA VAZIMBA
(HOMENAJE ETERNO A JUAN DE DIOS MARTÍNEZ, CREADO POR


JUAN BELMONTE. ORQUESTA SINFONICA DE L ZULIA. 1993
- ORDEN RELAMPAGO DEL CATATUMBO

GOBERNACIÓN DEL ESTADO ZULIA. 1994.
-PREMIO A LA INVESTIGACIÓN DE DANZA FOLKLÓRICA

CONAC. 1996.

-ORDEN JESUS ENRIQUE LOSSADA 2da. CLASE.
LA UNIVERSIDAD
DEL
ZULIA. 2005

PUBLICACIONES

-ANTECEDENTES Y ORIGENES DEL CHIMBÁNGUELES. 1983

-LAS BARBUAS. Mitos y Leyendas de origen africanos en el sur del lago de Maracaibo.

-PRESENCIA AFRICANA EN EL SUR DEL LAGO. 1987.

-LA GAITA DE TAMBORA. 1990.

-COMO BAILAR CHIMBÁNGUELES. 1992.

-EL GOBIERNO DEL CHIMBÁNGUELES. 1992.

-EL CULTO DE SAN BENITO DE PALERMO. 1999

AFROZULIANIDAD: HERENCIA AFRICANA VIBRA EN EL ZULIA

“Afrozulianidad es el sentido de reconocimiento y valoración del zuliano por los aportes de las etnias africanas (música, danza, religiosidad, gastronomía) que han ayudado a configurar su identidad cultural. Esta influencia sedimentó el perfil multiétnico actual de los zulianos “

“La inserción de la enseñanza de la afrozulianidad en el Currículo Básico Regional pretende generar en las escuelas la apropiación y la valoración de los legados patrimoniales que se mezclaron con nuestros ancestros Indígenas”. Es por ello que el Gobernador del Zulia. Manuel Rosales Guerrero, con motivo de su natalicio, decreto el l6 de Marzo “Día de la Afrozulianidad” en reconocimiento a nuestro insigne cultor popular Juan de Dios Martínez Suárez.

DECRETO No 347

El Gobernador Manuel Rosales, reconociendo el aporte africano en la configuración de nuestros pueblos, decretó el 16 de marzo del 2006 el DIA DE LA AFROZULIANIDAD, en reconocimiento al cultor popular e insigne luchador bobureño, Juan de Dios Martínez, quien en una ardua investigación de campo compiló, divulgó y preservó los logros etnomusicales, costumbres y tradiciones de la sabiduría africana.

“La música de los tambores es una de las principales manifestaciones legadas por los pueblos africanos que arribaron a Venezuela durante la colonización. El repicar de los tambores en el pueblo, las manos negras agitan el apretado cuero produciendo un sonido rítmico que invita a mover las caderas; ¡Ajé, Ajé, Ajé, Benito Ajé!, el ambiente refleja las tradiciones africanas vibrando en tierra zuliana.” El ajé es el Dios de las aguas azules, la divinidad en que creían los africanos que debió ser transformada por la figura de San Benito establecida por los españoles católicos. (Diario La Verdad, 16-3-2007).


“Lo más importante de este culto es la relación entre el vasallo o devoto y el santo, unido a la ignotas voces que emanan de los tambores, las cuales nos comunican con el ámbito donde se centra la energía de Dios, esa que une y armoniza el universo, de la cual somos parte, como una gota de agua es del mar. El santo pasa a ser el otro yo del militante en el culto, es su magna presencia, el Dios en potencia que llevamos por dentro y desconocemos, es la gran fuerza capaz de hacer milagros, y a la vez, tangibles las cosas imposibles. Es el poder del universo encerrado en cada uno de nosotros, quienes como una partícula del mismo cosmo, accionamos y emanamos energía curativa, milagrosa y de armonía con los otros seres vivos”. (Martínez, Juan de Dios. El Culto a San Benito de Palermo en Venezuela, Pág. 3).

APORTES DE LA CULTURA AFRICANA


La presencia africana en el Zulia alimenta todo el colectivo zuliano y permanece en muchas vertientes su perfil cultural.

CHIMBÁMGUELES: Manifestación musical que se produce en los municipios Sucre, Cabimas y La Cañada de Urdaneta, en cuya ejecución participan ocho tambores, cada uno ejecutados en su rítmico de manera simultánea produce un sonido propio para rendirle culto al Santo Negro San Benito.

GAITA DE TAMBORA: Se ejecuta en el Sur del Lago, y es interpretada por dos instrumentos, una tambora y un tamborito, o medio golpe, que también participa en la ejecución del chimbàngueles. Se le suma un clarinete o caña que le da intensidad.

GAITA PERIJANERA: Se ejecuta en la Sub Región Perijanera. Esta manifestación folclórica popular, que incluye danza y música. Es una mezcla de legados musicales de origen canario y africano.

APORTE EN LA GASTRONOMIA: Mojito sudao, bollos de hoja, hallaca de plátano, huevos chimbos, casabe, torta de auyama, bollos de coso, arepas peladas, mandocas, mondongo.

APORTE EN EL GLOSARIO ZULIANO. Las palabras originarias del legado africano enriquecen y configuran el lenguaje del Zulia: bululú, burundanga, calembe, chéchere, chola, mondongo, sorocho, bojote. (Gobernación del Estado Zulia, Secretaría de Cultura, 2007)

A SU MEMORIA

En el relato en honor a su memoria que hizo su hijo Juan Luis Martínez Cubillán lo describe como “el estudioso, experto y sabio de la Cultura Afro Venezolana, el libro abierto de la Cultura Popular Afroamericana, Defensor de las Culturas Indígenas Regionales y manejador de un legado cultural infinito de la herencia Africana en el mundo (Oralidad, Gastronomía, Religiosidad Popular, Etnomedicina, Música, Canto, Danza y Expresión Corporal) parte del campo terrenal a los 60 años, reconocido como un visionario, persona honesta, humilde, serio, crítico, quien dejó un invaluable aporte a la cultura popular de Venezuela, a varias generaciones, a un sin número de personas y agrupaciones las cuales gracias a el o de la mano de el conocieron, disfrutaron y trabajaron los ritmos afrovenezolanos y las expresiones Afro del Caribe y Suramérica “.

Juan de Dios, “el apóstol del Chimbánguele, del tambor, de la gaita perijanera y de Ajé. Al cultor que extrajo de la memoria colectiva la esencia de su pueblo para regalarla a sus herederos”(Gobernación del Estado Zulia,Secretaría de Cultura del Estado Zulia, 4-10-2005). El 2 de octubre del 2005 fue la fecha de tu partida del mundo terrenal, dejaste como herencia letras, música de tambores y tradiciones de nuestros ancestros africanos. Entendí amigo, porque me dijiste ,Kika, como cariñosamente me llamabas, “visítame en mi casa para que te quede con algunas cosas de mi aprendizaje y publiques algún día”. En tu honor he cumplido con una ínfima parte de lo que deseabas regalarme, parte de tus memorias, ha sido como una prueba evidente de que en la vida las personas no se encuentran por casualidad, fuiste un buen amigo, que con tus bromas y consejos acostumbraste a colocar sonrisas en nuestros rostros, durante el tiempo que permaneciste entre nosotros.